Buen día, señora…Ingresé este lunes por internet a Radio Centro y escuché parte -creo que la más interesante-, del que ya es un problema de salud en nuestro amado Méjico: los embarazos en jóvenes adolescentes. el tema me parece estupendo, porque en el Congreso Local –le escribo desde Culiacán, Sinaloa–, precisamente está el tema sobre la mesa, porque de 15 iniciativas de Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, muchas asociaciones de padres de familia se oponen a que el citado dictamen sea aprobado y se convierta en ley. Entre los aspectos a los que se oponen, están aquellos que hablan o tocan el tema de la sexualidad, porque, dicen, que eso se trata en casa. Me parece que no hay tanto conocimiento de los mismos padres sobre el tema, porque el problema sigue y aumenta: jovencitas, casi niñas, que no llegan ni a los quince años, han truncado su vida porque ya son madres de familia, que generalmente, la recién nacida –adoro a las nenas, por eso digo recién nacida–, se convierte en la hermana menor de la familia, pero la niña-madre, ha truncado su vida: deja la escuela, no sabe cómo cambiar el pañal, amamantar o preparar el alimento de la criatura, etc. El problema es más grande y grave para la niña-madre, que para el niño-padre, porque éste no tiene trabajo ni profesión, por lo que le es cómodo refugiarse en el hogar paterno, en donde si los padres no tienen un ápice de cultura, terminan por reconocer que su hijo es “muy hombrecito” o que “ya es un hombrecito”, cuando en la realidad es un chamaco mocoso irresponsable, tanto como la muchachita madre. ¿Que hacen falta programas y políticas públicas que reduzcan este fenómeno? Desde luego, pero tristemente, en nuestro país es más la atención que tanto Estado y padres de familia, dedican al tema, por estar en otro mundo: el Estado, más preocupado por la salud de EPN por la “gravísima” intervención a que fue sometido para extirparle la vesícula, y nuestra sociedad, por ver si Miguel “Piojo” Herrera logra la Copa de Oro. Esa es nuestra triste realidad. Mientras, el problema de jovencitas embarazadas, debería decir niñas embarazadas, aumenta ostensiblemente en nuestro querido Méjico.
reciba un cordial saludo y mi enhorabuena….
Ps.- Escuché en la radio la dirección de esta página y ya ve, de inmediato le contacto.
Hola Fernando! Te agradezco mucho tu mail y coincidimos que es un problema muy grave en nuestro país la cantidad de adolescentes que se embarazan. Conozco la Ley de los Derechos de Niñas y Adolescentes y considero que se está en el extremo, ya que les quita a los padres el derecho que tienen de educar a sus hijos! Pienso que las campañas públicas del Gobierno no solo deben de dar “información” a los jóvenes, sino también “formación” (en el respeto, la voluntad, la responsabilidad”), es decir que los jóvenes sean conscientes y responsables de lo que hacen o dejan de hacer. Coincido contigo en que hay asuntos más importantes que el fútbol y la intervención del Presidente.
Debemos como papás estar mucho más informados y “formados” para poder guiar y enseñar a nuestros hijos en el tema de la sexualidad. Las escuelas son responsables en parte, pero principalmente es en la familia donde se viven y aprenden los valores de respeto, responsabilidad y sexualidad sana. Que opinas?
Buen día, señora…Ingresé este lunes por internet a Radio Centro y escuché parte -creo que la más interesante-, del que ya es un problema de salud en nuestro amado Méjico: los embarazos en jóvenes adolescentes. el tema me parece estupendo, porque en el Congreso Local –le escribo desde Culiacán, Sinaloa–, precisamente está el tema sobre la mesa, porque de 15 iniciativas de Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, muchas asociaciones de padres de familia se oponen a que el citado dictamen sea aprobado y se convierta en ley. Entre los aspectos a los que se oponen, están aquellos que hablan o tocan el tema de la sexualidad, porque, dicen, que eso se trata en casa. Me parece que no hay tanto conocimiento de los mismos padres sobre el tema, porque el problema sigue y aumenta: jovencitas, casi niñas, que no llegan ni a los quince años, han truncado su vida porque ya son madres de familia, que generalmente, la recién nacida –adoro a las nenas, por eso digo recién nacida–, se convierte en la hermana menor de la familia, pero la niña-madre, ha truncado su vida: deja la escuela, no sabe cómo cambiar el pañal, amamantar o preparar el alimento de la criatura, etc. El problema es más grande y grave para la niña-madre, que para el niño-padre, porque éste no tiene trabajo ni profesión, por lo que le es cómodo refugiarse en el hogar paterno, en donde si los padres no tienen un ápice de cultura, terminan por reconocer que su hijo es “muy hombrecito” o que “ya es un hombrecito”, cuando en la realidad es un chamaco mocoso irresponsable, tanto como la muchachita madre.
¿Que hacen falta programas y políticas públicas que reduzcan este fenómeno? Desde luego, pero tristemente, en nuestro país es más la atención que tanto Estado y padres de familia, dedican al tema, por estar en otro mundo: el Estado, más preocupado por la salud de EPN por la “gravísima” intervención a que fue sometido para extirparle la vesícula, y nuestra sociedad, por ver si Miguel “Piojo” Herrera logra la Copa de Oro. Esa es nuestra triste realidad. Mientras, el problema de jovencitas embarazadas, debería decir niñas embarazadas, aumenta ostensiblemente en nuestro querido Méjico.
reciba un cordial saludo y mi enhorabuena….
Ps.- Escuché en la radio la dirección de esta página y ya ve, de inmediato le contacto.
Hola Fernando!
Te agradezco mucho tu mail y coincidimos que es un problema muy grave en nuestro país la cantidad de adolescentes que se embarazan.
Conozco la Ley de los Derechos de Niñas y Adolescentes y considero que se está en el extremo, ya que les quita a los padres el derecho que tienen de educar a sus hijos! Pienso que las campañas públicas del Gobierno no solo deben de dar “información” a los jóvenes, sino también “formación” (en el respeto, la voluntad, la responsabilidad”), es decir que los jóvenes sean conscientes y responsables de lo que hacen o dejan de hacer.
Coincido contigo en que hay asuntos más importantes que el fútbol y la intervención del Presidente.
Debemos como papás estar mucho más informados y “formados” para poder guiar y enseñar a nuestros hijos en el tema de la sexualidad. Las escuelas son responsables en parte, pero principalmente es en la familia donde se viven y aprenden los valores de respeto, responsabilidad y sexualidad sana. Que opinas?
Muchos saludos,