Lenguajes del amor
Cada vez encontramos menos matrimonios con muchos años de casados. ¿es difícil seguir enamorado por muchos años? ¿es imposible que un matrimonio dure toda una vida?
A quien dice que esto no es posible, y yo opino lo contrario. Parto de la base de que el matrimonio no es fácil, pero tampoco imposible.
El amor no es estático, crece con el tiempo o puede disminuir. No es un simple sentimiento, es una realidad que impregna a toda la persona y viene de la necesidad que tenemos como seres humanos de amar y ser amados.
¿puede acabarse el amor entre los esposos? Por supuesto que sí. Es más, el calor del hogar puede convertirse en incendio si no se cuida. El amor conyugal ha de redescubrirse, alimentarse, reinventarse y pulirse todos los días.
Ahora bien, en toda pareja, la mujer y el hombre tienen diferentes formas de expresar su amor, a veces parecida, y a veces muy diferentes.
Es por eso, que el día de hoy me gustaría compartir con ustedes los “Cinco lenguajes del amor” que nos plantea el autor Gary Chapman, y se refiere a la forma especial que tiene cada persona de recibir y apreciar el amor.
El conocer tu lenguaje y el de tu pareja ayudará a ser más asertivo a la hora de dar amor a nuestra pareja, y recibir el suyo.
1. PALABRAS DE AFIRMACIÓN: quien utiliza esta forma de lenguaje recurre a palabras de ánimo, aprobación y motivación.
Hay personas que se sienten amadas cuando son reconocidas y afirmadas. Cuando usamos palabras amables y de cortesía hacemos que él o ella sientan el amor de nuestra parte.
Aprende a ser generoso con las palabras de aprecio, gratitud, afirmación y cariño para con tu pareja. Reconoce lo que haga por ti y los tuyos. Si este es el lenguaje de tu cónyuge no debes dejar de animarle.
2. TIEMPO DE CALIDAD: muchas personas se sienten amadas cuando se toma tiempo para compartir con ellos. Les hace feliz estar con su pareja, visitar un parque, ver una película juntos, disfrutar de su compañía lo más que pueda.
Para ellos, compartir con el cónyuge es vital para llenar su corazón de amor. Se sienten queridos y comprendidos de esta forma.
3. RECIBIR REGALOS: en todas las culturas, el dar regalos es una manera de mostrar amor. Las personas que tienen este lenguaje se sienten complacidos al recibir un obsequio de parte de su cónyuge.
No se trata de regalos costosos, aunque pueden serlo, más bien se trata del hecho de lo que implica. El regalo significa que se pensó y se invirtió tiempo en ellos. Esto es lo que realmente valoran.
Los regalos son símbolos visuales del amor que se tiene por ellos.
4. ACTOS DE SERVICIO: es hacer cosas que tu sabes que a tu cónyuge le gusta que hagas. Buscas agradarle sirviéndole, para expresar su amor por él o ella.
El realizar estos actos de servicio hace sentir a la otra persona que usted se preocupa por él o ella, que desea agradarle y hacerle sentir que usted se preocupa, que desea agradable y hacerle sentir su amor.
Es posible que su cónyuge se sienta amado cuando usted le sirve, cuando le ayuda con las tareas del hogar o con los niños. Si tu pareja es así, sírvelo y lo harás sentir amado.
5. CONTACTO FISICO: por medio del contacto físico comunicamos amor, sobretodo en el matrimonio. Tomarse de las manos, besarse, abrazarse y tener relaciones sexuales son medios de comunicar amor al cónyuge.
Las personas que tienen este lenguaje necesitan ser tocadas para sentirse amadas. Ellas reciben amor de esa manera, no significando esto ninguna debilidad emocional y mucho menos un mero deseo sexual.
Es posible que tu cónyuge se sienta amado con este lenguaje, si es así, esmérate en tocar, besar y abrazar más a tu pareja cada día.
Cada uno de esto lenguajes de amor nos ayudan a conocer la forma que nuestro cónyuge se siente amado. Por esta razón, preocúpate por descubrir su lenguaje y decide manifestarle tu amor de esa manera. No lo ames como tu piensas o crees que es lo mejor, hazlo en su lenguaje y serás más feliz.
Y de gran importancia es que también conozcas TU lenguaje, es decir “como te gusta que te demuestre su amor tu cónyuge”. Ambos hablen sobre este tema, conozcan cual es el lenguaje de cada uno y pónganlo en práctica en la vida diaria, y verás como tu relación mejora de inmediato.
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Vacaciones: una oportunidad de unión familiar
Sin duda, una de las temporadas que producen mayor inquietud en las madres y padres que trabajan, es la de las vacaciones escolares.
Ante esto, seamos honestas y respondamos ¿me gusta que mis hijos estén de vacaciones?, o ¿mi preocupación durante el trabajo es mayor sabiendo que están en casa?
A unas semanas de que inicien, hay tiempo de planear la situación. Si tienes posibilidad de dejar el trabajo por unos días, ¡házlo! Las vacaciones pueden ayudar mucho a la familia si están bien organizadas. Al salir de la rutina, tenemos la oportunidad de relajarnos, convivir y conocer más de nuestros hijos. Para ello, no hay porqué salir a un lugar lejano o caro, lo importante es hacer algo diferente en familia, que guste y divierta a todos.
Al sugerir una convivencia más estrecha con la familia, es posible que surjan algunas reflexiones como: ¿Qué tanto me comunico con mis hijos?, ¿Qué tanto los conozco de verdad: sus gustos, miedos, aspiraciones y preocupaciones?, o bien hasta reconocer que “Son mis hijos, los quiero mucho, pero son lejanos a mí”. Parte de estos cuestionamientos se pueden resolver identificando el tipo de comunicación que hay en el núcleo familiar.
La comunicación con mis hijos
La comunicación es un proceso dinámico que hacemos todos los días: comunicamos ideas, sentimientos, pensamientos, emociones. Parece fácil pero, según terapeutas reconocidos, el 90% de los problemas familiares son por falta de una buena comunicación.
No es sólo transmitir información: ¿Cómo te fue hoy? ¿Qué hiciste?, Mañana tienes que ir a… o hacer tal cosa. Es realmente “saber decirle al otro lo que piensas o sientes y recibir del otro aquello que siente o piensa”.
Existen niveles de comunicación en las familias:
– Nivel superficial: viven juntos pero no coinciden, ven televisión pero no hablan o discuten, los temas que se hablan son banales: ¿Qué tal el clima? ¿Hay mucho tráfico?; el papá trabaja todo el día, la mamá trabaja ya sea en la casa o fuera de ella, cada hijo anda por su lado. No hay unión.
– Nivel intermedio: aparentemente están unidos, a veces comparten conversaciones, consejos y opiniones, no existe intimidad, cada quien está en su “parcela”.
– Nivel profundo: se vive en familia, comparten por lo menos una comida al día, hay reuniones familiares, se escuchan, se ayudan y se tienen confianza.
Nuevamente con honestidad, respondamos ¿Cómo es la comunicación con mis hijos?: superficial, intermedia o profunda. Una vez reconocido el modelo, es posible mejorarlo. He aquí algunos consejos para una buena comunicación:
– Compartir gustos, aficiones, experiencias
– Hablar con calma
– Escuchar primero
– Estar disponible
– Que todos opinen
– Corregir a los hijos a solas
– Alegría y buen humor
– Respetar a cada miembro de la familia
– Dar las “gracias” y pedir las cosas “por favor”
– Ser cariñosos y expresivos
– Ver poco tiempo la televisión
– Hablar en positivo, evitar las críticas
– Celebrar fiestas familiares
– Organizar excursiones, vacaciones y juegos juntos
– Comer juntos por lo menos una vez al día
Es importante evitar la práctica de ciertas actitudes hacia nuestros hijos como son: burlas, insultos, amenazas, sermones, discusiones sin sentido, juicios, castigos físicos o morales fuertes, portazos, gritos, caras largas, groserías, callar al otro, o bien, actitudes de indiferencia o superioridad. Estas acciones sólo harán que nuestra comunicación sea cada vez más difícil y lejana.
Con todo esto, te invito a que aproveches el próximo periodo de vacaciones para acercarte más a ellos, para conocer realmente su forma de pensar y de sentir, y que ellos conozcan la tuya, para que en lugar de que sea una temporada de inquietud, añoremos esta magnífica oportunidad de unión familiar.
¿Cuál es tu opinión?
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